1. ¿Cuándo se opera el menisco por técnica Artroscópica, se saca todo?
No. La meniscectomía total (sacar todo el menisco), prácticamente no se hace nunca pues la falta del menisco provoca artrosis a largo plazo. Lo habitual es intentar conservarlo al máximo ya sea mediante sutura con instrumentos especiales o mediante la meniscectomía parcial (sacar solo la parte lesionada). De todas formas Hay que retener la idea de que mas problemas provoca un menisco roto en la rodilla que una meniscectomóa aunque sea total. De ahí el interés en solucionar lo antes posible estas patologías.
2. ¿La rotura del Ligamento Cruzado Anterior (LCA), se debe operar siempre?
No. La indicación de cirugía se basa en tres conceptos y por este orden: actividad o deporte, tipo de lesión y edad. Existe un consenso internacional en que el deportista joven debe ser operado siempre, mientras que en los otros casos debe hacerse una valoración personal. El tratamiento conservador del LCA puede ser efectivo en aquellos casos de actividad moderada aunque en ocasiones la inestabilidad que provoca exige también operar. Las consecuencias de la inestabilidad articular son la artrosis y el deterioro articular.
3. ¿Las lesiones del cartílago se pueden curar?
Depende. Es muy difícil la restitución “ad integrum” de una zona articular en la que ha sido dañado el cartílago. Existen técnicas como el transplante de condrocitos autólogos (ACT) o el autotrasplante de cartílago (Mosaicoplastia), o la implantación de CM en sustrato biológico, que persiguen dicho efecto pero que a menudo obtienen resultados parciales similares a otras técnicas como la microfractura, mucho más simple y económica. Todas ellas pueden practicarse por artroscopia.
Existen terapias no invasivas conservadoras que proporcionan mejorías subjetivas en el 80% de los casos -ver factores de crecimiento (PRP)-.
En las situaciones mas avanzadas es mejor recurrir a las artroplastias o prótesis.
Lo que buscamos es mejorar la situación de dolor y limitación deportiva o de actividad cotidiana del paciente.
4. ¿Se puede volver al deporte después de la artroscopia?
Si. Una meniscectomía en un deportista permite volver a entrenar a las 2-3 semanas. Otras cirugías artroscópicas pueden precisar una rehabilitación más prolongada, no por la técnica artroscópica sino por la gravedad de la patología. Por ejemplo, unas condropatía en un paciente de 45 años puede recuperarse en dos meses. Y una ligamentoplastia de LCA en 4 a 6 meses. La artroscopia es la técnica quirúrgica menos agresiva y que permite la más rápida recuperación.
5. ¿Cuál es el tiempo de recuperación de una cirugía de rodilla?
Variable. Hay una serie de referencias: la artroscopia siempre más rápida. La cirugía abierta más lenta. La edad y preparación física también influye. La gravedad del caso y si existen patologías asociadas. A modo orientativo: Artroscopia simple como meniscectomía: 2-8 semanas. Ligamentos 4-6 meses. Cirugía abierta de rodilla: 1-3 meses. Prótesis: 4-8 semanas.
6. ¿Qué es la artrosis?
La artrosis es la degeneración o desgaste del cartílago articular. Acaba con la función de la articulación que es la movilidad y la fuerza sin dolor. El tratamiento final de la artrosis de la rodilla es la implantación de una prótesis. Existen grados menores de artrosis que llamamos condropatía y que son susceptibles de otros tratamientos sin o con cirugía. Muchas veces no existe relación directa entre el daño articular y la repercusión clínica en el paciente. Nuestro objetivo terapéutico será siempre buscar la compensación; es decir, conseguir de la forma más simple posible que aquella rodilla afectada funcione lo mejor posible sin dolor aunque esté deteriorada.
7. ¿Cuándo hay que colocar una prótesis de rodilla?
Cuando la situación de dolor y limitación no mejore con otros tratamientos más conservadores y la articulación esté deteriorada. Aunque la edad recomendable para las artrosplastias ronda los 65 años. Siempre prevalece lo anterior. En ocasiones pacientes jóvenes imposibilitados por artristis reumatoidea u otras patologías pueden precisar un tratamiento de sustitución articular.
8. ¿Qué diferencias hay entre las distintas prótesis?
Hoy en día son cientos el número de prótesis existente en el mercado. Es importante que se trate de un buen producto con años de experiencia y con un soporte científico suficiente. Nosotros implantamos las mismas prótesis en la actividad privada que las que seleccionamos en la Sanidad Publica. Según la afectación articular existente la prótesis puede ser tri, bi o monocompartimentales, aunque las mas implantadas son las totales.
Según las escuelas se utiliza más o menos el cemento y la conservación del ligamento cruzado posterior. Los resultados son similares. Hay una norma infalible: “La mejor prótesis es la que el cirujano esta más familiarizado y coloca mejor”. Actualmente se considera un cirujano con hábito suficiente para garantizar los mejores resultados cuando implanta más de 50 prótesis al año. En nuestro caso al sumar la actividad privada con la de la Sanidad Publica nos permite superar este referente con creces (más de 100 implante anuales) y garantizar un mejor servicio.
9. ¿Debe protetizarse la rotula?
Habitualmente no. Es un tema polémico y hay escuelas que preconizan ambas cosas. Los trabajos publicados no permiten recomendar de forma categórica una u otra actitud.
Lo importante es que la rotula este perfectamente centrada de forma que durante la flexoextensión recorra su camino dentro de la tróclea femoral del implante. De esta forma no es necesario el implantar una prótesis rotuliana. Y de la misma forma si se implanta una rotula sin estar bien centrada probablemente dará problemas. Así pues, para nosotros la artroplastia de la rotula en la PTR es excepcional.
Otra situación es la artrosis femoropatelar aislada en que se puede indicar una prótesis exclusivamente femoropatelar respetando el resto de la articulación.
10. ¿De qué están hechas la prótesis?
De aleaciones de acero principalmente con cromo-cobalto-molibdeno o titanio. La interfase de fricción suele ser entre metal y un plástico que llamamos polietileno de alta densidad. En ocasiones sobre todo a nivel de la cadera se busca disminuir al máximo la fricción con lo que se desarrollan prótesis metal-metal y cerámica-cerámica. De esta forma se minimiza al máximo la emisión de partículas que son las responsables del aflojamiento protésico y por tanto del fracaso de la prótesis. A nivel de rodilla se ha perseguido este objetivo desde otras perspectivas, diseñándose prótesis con platillos móviles o congruencias especiales que produzcan menos fricción como la prótesis Medial Pivot que es una de las que utilizamos habitualmente en la rodilla. Esta prótesis reproduce la mecánica natural de la rodilla siendo el desgaste menor y mejor su funcionabilidad con lo que es recomendable en pacientes jóvenes y activos.
11. ¿Cuánto duran las prótesis?
Es variable y depende de varios parámetros como la actividad, el sobrepeso las condiciones de salud general del paciente. Pero la idea que se debe tener es que una artroplastia correctamente implantada va a durar alrededor de los 12 años. Existen trabajos que hablan de índice de supervivencia por encima de los 20 años. Y de hecho, tengo pacientes con más de 18 años tolerando prótesis de rodilla perfectamente. En realidad aunque el tipo de prótesis es importante lo fundamental para su duración es que la técnica de implantación sea estricta y por supuesto que no existan complicaciones.
12. ¿Cuáles son los riesgos de la cirugía de la rodilla?
Toda cirugía tiene un riesgo y según su agresividad será mayor o menor. La cirugía percutánea como la artroscopia tiene un índice de complicaciones mínimo y en la cirugía de recambio protésico este está aumentado. Es importante prevenir estos riesgos examinando al paciente previamente a la cirugía y tomando las medidas adecuadas por cada caso.
De forma esquemática podríamos decir que las complicaciones importantes son: infección, vasculares, trombosis, no mejoría subjetiva y en las atroplastias el aflojamiento protésico y el rechazo. El 90-95% de la cirugía de la rodilla cursa sin complicaciones.